Como simple ejemplo: la capacidad del campo es de 35.000 personas que saltan al unísono, considerando 70 Kg promedio de peso por persona, dan el equivalente a dos millones cuatrocientos mil kilogramos que golpean el suelo al mismo tiempo (35.000 x 70 = 2.450.000 Kg.) O sea que lo que ocurre en el campo es como si un martillo gigantesco de 2.450 toneladas golpease el suelo varias veces por minuto, de forma repetida y rítmica.
A esto hay que sumarle los saltos sobre las tribunas, donde unas 40.000 personas saltando (es la capacidad de las tribunas en River Plate) equivalen a 2.800.000 Kg más golpeando la propia estructura del estadio. Esto ocurre numerosas veces en el transcurso de una noche, ya que los recitales suelen durar varias horas. Inclusive se observa que a medida que avanza el recital, por la excitación, la intensidad de los saltos también aumenta.
Para tener una idea de las magnitudes de las que estamos hablando, es como si 5000 coches cayeran todos juntos sobre el estadio varias veces por minuto. El impacto es brutal y no se puede evitar por más acolchados o pisos plásticos que pongan. Esta propuesta es tan ridícula como tratar de parar un meteorito con un colchón. La onda de oscilación y de impacto provocada por el "pogo" es tan fuerte que se extiende en un círculo de 3,5 km.
Además de la intensidad del impacto hay un tema más complejo de entender que tiene que ver con la frecuencia de la vibración provocada como consecuencia de la periodicidad de los saltos. Estos saltos rítmicos generan frecuencias muy bajas y destructivas que se extienden a gran distancia, afectando especialmente a los edificios por un tema de resonancia. En otros países, ante oscilaciones de menor magnitud y extensión de las que se observan aquí hubo que construir estadios antisísmicos mucho más costosos. Los viejos estadios fueron descartados y demolidos.
LA PROPUESTA DE LOS EMPRESARIOS NACIONALES DEL ROCK, ACEPTADA Y PROMOVIDA POR LAS AUTORIDADES DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD, DE PONER UNA AISLACIÓN DE PLÁSTICO O UN ACOLCHADO NO TIENE BASES CIENTÍFICAS, NO TIENE ANTECEDENTES EN OTROS LUGARES DEL MUNDO. ES UN ENGAÑO PARA CONFUNDIR A LA POBLACIÓN Y SEGUIR FACTURANDO.
A esto hay que sumarle los saltos sobre las tribunas, donde unas 40.000 personas saltando (es la capacidad de las tribunas en River Plate) equivalen a 2.800.000 Kg más golpeando la propia estructura del estadio. Esto ocurre numerosas veces en el transcurso de una noche, ya que los recitales suelen durar varias horas. Inclusive se observa que a medida que avanza el recital, por la excitación, la intensidad de los saltos también aumenta.
Para tener una idea de las magnitudes de las que estamos hablando, es como si 5000 coches cayeran todos juntos sobre el estadio varias veces por minuto. El impacto es brutal y no se puede evitar por más acolchados o pisos plásticos que pongan. Esta propuesta es tan ridícula como tratar de parar un meteorito con un colchón. La onda de oscilación y de impacto provocada por el "pogo" es tan fuerte que se extiende en un círculo de 3,5 km.
Además de la intensidad del impacto hay un tema más complejo de entender que tiene que ver con la frecuencia de la vibración provocada como consecuencia de la periodicidad de los saltos. Estos saltos rítmicos generan frecuencias muy bajas y destructivas que se extienden a gran distancia, afectando especialmente a los edificios por un tema de resonancia. En otros países, ante oscilaciones de menor magnitud y extensión de las que se observan aquí hubo que construir estadios antisísmicos mucho más costosos. Los viejos estadios fueron descartados y demolidos.
LA PROPUESTA DE LOS EMPRESARIOS NACIONALES DEL ROCK, ACEPTADA Y PROMOVIDA POR LAS AUTORIDADES DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD, DE PONER UNA AISLACIÓN DE PLÁSTICO O UN ACOLCHADO NO TIENE BASES CIENTÍFICAS, NO TIENE ANTECEDENTES EN OTROS LUGARES DEL MUNDO. ES UN ENGAÑO PARA CONFUNDIR A LA POBLACIÓN Y SEGUIR FACTURANDO.
