Por motivos de seguridad hay que medir la frecuencia natural de los estadios. El Gobierno de la Ciudad se niega. No hacerlo puede ser criminal.

Las mediciones realizadas por técnicos competentes, con equipos normatizados para medir la frecuencia natural de las estructuras, dieron VALORES DE ALTO RIESGO SEGÚN LAS NORMAS QUE SE TRANSCRIBEN. De acuerdo a las mediciones realizadas por profesionales especializados en el tema, a solicitud de asociaciones vecinales, se estaría en la ZONA DE ALTO RIESGO EN VARIOS SECTORES DE LOS ESTADIOS.

El Gobierno de la Ciudad se niega irresponsablemente a realizar estas mediciones y a medir lo que se establece internacionalmente para esta problemática
. Por el contrario, acepta tecnologías desconocidas (las alfombras, tarimas, pisos de pasto sintético, etc.) que no se han aplicado en ningún lugar del mundo para resolver este grave y estudiado tema. Huele más a engaño que a cuidado de nuestros jóvenes.

NORMAS INTERNACIONALES PARA LA SEGURIDAD DE ESTADIOS QUE SUFRAN EL EFECTO DE MULTITUDES: el padrón de seguridad en relación a las oscilaciones y vibraciones está expresado en el siguiente gráfico

(extractado de Dynamic performance requirements for permanent grandstands subject to crowd action - Working Group of the Institution of Structural Engineers, the Department for Transport, Local Government and the Regions, and the Department for Culture, Media and Sport- United Kingdom - 2001)




VEAMOS EL GRÁFICO EN DETALLE:

Cuando las estructuras del estadio tienen una frecuencia natural mayor a 6 Hz está permitido todo tipo de evento:



Cuando las estructuras del estadio tienen una frecuencia natural entre 3 y 6 Hz hay restricciones y riesgo de pánico:



Cuando las estructuras del estadio tienen una frecuencia natural menor de 3 Hz, la estructura corre riesgo de colapso:



FACTORES DE RIESGO: cabe destacar que lo que importa es la frecuencia de vibración de los estadios independientemente del lugar físico en donde se aplique la fuerza rítmica. Da lo mismo que se salte o baile en el campo de juego, en las tribunas o en las inmediaciones. Todas las estructuras vibran y oscilan según su frecuencia natural, poco importa el lugar de origen de la onda expansiva. Tampoco hace diferencia bajar la intensidad de la onda (por esto las colchonetas o cubresuelos NO sirven). El cambio de intensidad de una onda expansiva sólo provocaría que la onda tenga un alcance levemente menor (en nuestro caso, si el golpe se redujera a la mitad en vez de llegar a 3.5 Km de distancia como se observa actualmente en River, llegaría a 2 km), pero el riesgo para los edificios vecinos y para el propio estadio NO variaría. Por eso las normas internacionales que se aplican, tal como se ve en los gráficos, supervisan la frecuencia natural de las estructuras y no la intensidad del golpe rítmico.

SOLUCIONES: lo que debe hacerse de acuerdo a las normas es prohibir terminantemente los saltos o disminuir la capacidad de vibración del estadio modificando su estructura, no hay otra opción. Para que multitudes puedan saltar rítmicamente sin riesgo hay que modificar las estructuras mediante técnicas constructivas apropiadas, que transformen al estadio en un lugar apto para recibir impactos rítmicos sin entrar en resonancia y por lo tanto sin riesgos de generar pánico o derrumbes en el propio estadio o en edificios vecinos.

MEDICIONES: las mediciones realizadas por técnicos competentes con equipos normatizados para medir la frecuencia natural de estructuras, DIERON VALORES MUY BAJOS, MUY POR DEBAJO DE LO ACEPTABLE SEGÚN NORMAS, en zona de alto riesgo.

EL GOBIERNO DE LA CIUDAD NO SÓLO VIENE AUTORIZANDO COMO PROMOVIÓ PÚBLICAMENTE TECNOLOGÍAS INEXISTENTES (LAS ALFOMBRAS, TARIMAS Y PISOS DE PASTO SINTÉTICO NO SE HAN APLICADO EN NINGÚN LUGAR DEL MUNDO PARA RESOLVER ESTE ESTUDIADO TEMA) MIENTRAS SE NIEGA A MEDIR LO QUE SE ESTABLECE INTERNACIONALMENTE PARA ESTA GRAVE Y CONOCIDA PROBLEMÁTICA.